Este año 2019 el primer corte de la alfalfa en Castilla y León, que la mayoría es de secano, ha sido malo debido a la plaga de insectos que la ha atacado con mucha virulencia.
También ha influida en este corte de alfalfa de mala calidad y muy escasa la climatología y principalmente la sequía que estamos padeciendo.
Ante estas situaciones el agricultor se ha visto obligado a adelantar la siega, para que salga lo antes posible el nuevo brote.